martes, 23 de junio de 2009

La mujer árbol vive anestesiada

La mujer árbol vive anestesiada



La mujer árbol vive anestesiada
sumergida en un mundo ajeno
de imágenes y símbolos indescifrables
Con el corazón en la boca
las manos tapando los ojos
- que no tiene -
la piel adherida a los huesos
la carne estéril
Con las dudas
convertidas en verdades irrefutables
- esas que duelen y lastiman -
Antes que sobrevenga el dolor
un analgésico para prevenir el mal
minimizar el daño
El placer es el espacio que queda
entre dolor y dolor
placer ínfimo
se convierte en un punto y desaparece
como el sol detrás de la línea del horizonte
Sobrevuela la noche
otro analgésico para dormir tranquila
soñar lo imprescindible
volverse nada mientras duerme
despertarse con la esperanza
de ser alguien o algo distinto
Otro analgésico
se despertó en un día igual anterior
Día de dolor con intervalos de placer
Ni siquiera el placer
que se recuerda con tristeza
o el placer de lo fácil
o el placer de lo inalcanzable
que se puede sentir
Placer artificial
que se paga con el deterioro del propio cuerpo
al que supo complacer
El placer fuera del placer se extingue
como la llama al ser soplada por el mismo viento
que hace temblar las ramas de su existencia